Tu web carga lenta. Y eso te está costando pacientes.
No lo ves, pero está pasando ahora mismo
Tú no lo ves, pero pasa. Una persona te encuentra en Instagram. Le gusta lo que compartes. Le resuena lo que dices. Entra en tu bio. Clic en tu web. Espera dos segundos. Tres. Cuatro. Y se va. A otra psicóloga. A otra página. A otra cosa.
No porque lo hagas mal. No porque no le interesen tus servicios. Sino porque tu web tarda en cargar. Y en internet, esperar es pecado mortal.
La velocidad de tu web importa más de lo que crees
La gente no tiene tiempo. Y si tu página no aparece en menos de tres segundos, estás fuera. Es duro. Pero es así.
Google también te penaliza
Una web lenta no sólo espanta visitas. También te entierra en Google. ¿Sabes lo que eso significa? Que cuando alguien escribe “psicóloga en Toledo” (o donde sea que estés), tu competencia sale antes. Y tú te quedas en la página 3. Que es como no existir.
No es un problema técnico. Es parte del cuidado que ofreces.
Esto no va de tecnicismos. Ni de que te vuelvas programadora de la noche a la mañana. Esto va de cuidar tu consulta digital igual que cuidas a tus pacientes.
Porque una web rápida transmite lo que tú eres: Profesional. Seria. Confiable.
Y eso, amiga, no se dice con palabras. Se nota. Desde el primer clic.
¿Te suena esto? Lo miramos juntas.
¿Te está pasando esto? ¿No sabes si tu web es lenta o si podría estar funcionando mejor? Escríbenos. Lo miramos juntas. Sin tecnicismos. Sin agobios. Sin venderte la moto.
Cada segundo cuenta
Pero con una cosa clara: Cada segundo que tu web tarda en cargar, estás perdiendo oportunidades. Y eso, en tu proyecto, cuesta. Mucho.